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Atenas, donde los tiempos pasado y presente, juegan

El impresionante legado de la cultura madre: La Antigua Grecia.

Antiguamente, la cultura Griega se establece en diferentes puntos de la Península Balcánica, pero, en la zona sur, en Atenas, deja un gran patrimonio arquitectónico, que hoy es Patrimonio de la Humanidad por su gran importancia para los estudios sociales, históricos y culturales, que sus basamentos permiten. A modo de documentos, narran el tipo de religión, la rutina social y los cánones de grandeza y belleza que rigieron a esta cultura.

Aunque en cualquier escuela o libro, la cultura Griega aparece como un eslabón importante de la civilización, visitar Atenas, permite ampliar la visión de la fusión de tiempos, donde una cuna de la civilización, vive y convive con una sociedad totalmente contemporánea.

Con un idioma y un alfabeto propio, Atenas, se distingue entre sus visitantes, con sus carteles y anuncios en griego e inglés. Es fascinante sumergirse en sus calles menos turísticas, donde el inglés ya es olvidado y los graffitis, que seguramente protestan, lo hacen en un griego para quienes no lo dominamos, misterioso y enigmático.

El recorrido obligado (y realmente indiscutible) de la Acrópolis, nos dirige por una cuesta, en la que la ciudad parece no terminar nunca, hasta que, repentinamente, un cinturón verde, un paisaje bucólico asoma. A partir de ahí, escaleras interminables, saturadas con un sol que sólo parece habitar aquí, acompaña. En el camino, descubrimos un anfiteatro, donde aún se celebran espectáculos de ópera nocturna, para tener como protagonista a la luna. La definida estructura permite comprender la finalidad de presenciar un espectáculo. Las gradas, semicirculares, geométricamente alineadas, reparten el sonido por igual en todas direcciones. Aunque no existe un ejemplo inmediato para constatarlo, no lo dudamos. Sólo imaginamos lo magno que ha de ser presenciar una ópera en ese recinto. Sentarse en asientos milenarios, donde las máscaras de la comedia y la tragedia narraron episodios emblemáticos de la literatura Griega.

Y al alcanzar la altura límite, el Partenón va haciendo su aparición como un imponente templo, a pesar de sus restauraciones. Las columnas retan la credulidad. Cómo pudieron hacerse, erigirse y mantenerse hasta nuestros días. El friso principal descansa en un numerado puzzle para su limpieza en la parte baja. Contemplamos aquellos relieves, y la piedra parece cobrar vida en cada musculatura animal o humana que con escenas bélicas, recrean batallas congeladas.

Desde ahí, el valle, ahora la ciudad moderna, hace un vestido a la ciudad. Sus casas a modo de volantes blancos en su mayoría, visten de presente este sitio que parece estar anclado al pasado.

Las famosas cariátides se mantienen firmes mirando al valle. Y existen algunas piedras con textos grabados, que según se cuenta, eran las lecciones que algunos filósofos impartían a sus aprendices.

Los olivos, los cipreses y las vides, le dan un toque de vida a este espacio que parece, por estar atado al pasado, inerte. Y respira, y sus latidos invaden, presidiendo las noches de la ciudad, como templo iluminado a modo de un quitamiedos infantil. Es una postal panorámica profesional al alcance de aquellos que lleven los ojos abiertos.

Paseando por la ciudad, sumergiéndose en sus arquitectónicos volantes blancos, se descubren los detalles clásicos, como las almenas de los tejados, que realizadas también en barro, decoran a modo de repetición con motivos florales o humanos.

La Plaza Syntagma, como punto neurálgico de la ciudad, se custodia por el cuerpo militar, cuyo cambio de guardia es todo un rito digno de presenciar. Con un porte marcial, el ambiente se funde en un presente que trae de la mano al pasado. Portando un uniforme con una alta carga simbólica, los soldados Evzones, mantienen presente todo el pasado. En la avenida contigua, los taxis, y los coches siguen a ritmo normal. Prisa, semáforos. En la piedra, un texto en griego. De nuevo, los tiempos jugando.

Por hoy, hemos jugado con ellos también en un maravilloso escenario.

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