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Planeta Tierra llamando a la Luna

El universo siempre se torna en ese maravilloso campo de misterio y fenómenos naturales que no dejan de sorprender sobre la grandeza del cosmos.

En el cine se fantasea libremente sobre aquellos paisajes, generando que nuestra imaginación despegue sobre las posibilidades de la vida en otros lugares.

Pero ¿y si os propusiéramos protagonizar vuestro propio viaje lunar? La ruta es fácil de encontrar y la experiencia os aseguramos que es inolvidable.

Comenzando por escenarios naturales que incluso grandes producciones fílmicas han utilizado para representar a la perfección parajes caprichosos que podrían ser producto de imaginería, terminamos en un alojamiento con el aspecto de una base lunar.

A seis kilómetros de Tudela, en lo que corresponde al Parque Reserva de la Bardenas Reales, existe un sitio donde hospedarse, permite una completa introspección y contacto total con la naturaleza. Un sitio sostenible, que además brinda un sencillo y olvidado lujo: contemplar el cielo.

Con habitaciones esféricas, la propuesta de este hotel es despertar los sentidos a un cielo cuya belleza es ignorada quizá por nuestras rutinas y nuestras prisas.

Como aquellas bolas de cristal, en las que se encapsula un trocito de espacio, un trocito de tiempo, el sitio al que viajamos propone esta premisa.

Como en una base lunar, uno arriba a su espacio, como esperando conocer su misión y sorprendiéndose de que la mejor televisión es la pantalla que se tiene por ventana. La panorámica es inmejorable. El horizonte divisa la Reserva de las Bardenas con sus molinos, como esos gigantes esclavos del viento,  que complementan con su móvil silueta los atardeceres y las puestas de sol.

Cuando cae la noche, el silencio se vuelve tu vecino y la oscuridad te invita a prescindir de la lámpara de la mesilla de noche, porque el espectáculo va a comenzar. Las estrellas se preparan, y desfilan en un lienzo vivo, que al ser contemplado desde la cama, crea magia. Descubres el fulgor de alguna de ellas que quizá te llama la atención y te atreves a pedir un deseo como si fueras un niño.

Pareciera que los motores se preparan, la nave va a despegar y el viaje al mundo de los sueños tiene un delicado matiz que imposibilita separarlo de la realidad.

El sueño te vence. Tanta belleza de la naturaleza te hace sentir afortunado. Te resistes a dormir, combates con el sueño por aferrarte a contemplar ese cielo que aún en silencio parece emitir una melodía. Ese mismo manto estrellado, vela tu sueño. 

El amanecer se vuelve todo un acontecimiento. Los molinos baten sus hélices lentas. En tu nave, el sueño ha sido reparador.  

Planeta Tierra llamando a la Luna. 

Comandante: para el viaje natural que ha experimentado, sugerimos recargar fuerzas con productos del huerto de la base. Los sabores recrearán en su gusto el sabor exacto de los productos naturales.

Este viaje vale la pena realizarlo. Es como recargarse de un aire purificado. La ubicación de la base es un respiro, un homónimo muy acertado: Hotel Aire de Bardenas. Le aseguramos que después de esta experiencia recordará claramente que un paso para el hombre es un gran salto para la humanidad. Por un turismo respetuoso y sostenible, donde la luna y las estrellas se pueden bajar declarando el amor a la naturaleza.

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