Ubicada en la comunidad de Castilla y León, Salamanca es una de las ciudades más importantes de la comunidad, que además se ve erigida con una arquitectura de filigrana que le otorga un extra de belleza.
Con sus cimientos montados en un pasado bastante lejano, Salamanca se reconoce como asentamiento desde la Edad del Hierro. Con todos esos años de historia, además de albergar a varios personajes ilustres, episodios históricos y el paso de diferentes pueblos, se constituye como la Universidad más antigua de España.
Halagada incluso por el mismo Cervantes, Salamanca es una ciudad que atrapa a quien la visita logrando la promesa del retorno.
Y su encanto radica en su maravilloso ambiente impregnado de historia, de pasado conjugado con presente en perfecta armonía.
Considerada patrimonio histórico-arquitectónico, cuenta con destacables lugares que son de obligada visita si eliges esta ciudad para visitar. Y lo mejor de ello, es que aunque no lleves un itinerario claro, la ciudad se encarga de guiarte pues para donde dirijas la mirada, seguro despertará tu curiosidad.
Cuenta con dos catedrales principales, denominadas la Vieja y la Nueva debido al año en que se edificaron. La primera, la Catedral de Santa María, es una imponente edificación gótica, que denota en sus alargadas ventanas arqueadas y sus geométricas cúpulas su estilo. Por otro lado, la Catedral de la Asunción de la Virgen, la denominada Nueva, muestra un estilo gótico tardío pero con una predominate barroca que luce en sus ricas fachadas talladas con gran maestría.
La Casa de las Conchas, será fácil de reconocer pues el decorado de sus muros es lo que la bautiza. Ornamentada con detalles de conchas, esta edificación concebida como un palacio urbano para vivienda de nobles, simboliza con las conchas el nombre de uno de sus dueños. Estos detalles heráldicos arquitectónicos son un anuncio público de orgullo que nombra o menciona a sus dueños, describiéndolos públicamente en su fachada mediante figuras como las mencionadas conchas, o bien como la flor de lis.
Con sus características de fortaleza, este palacete, llega incluso a ser utilizado como cárcel. Esto es otro de los encantos de Salamanca, existen leyendas e historias de sus calles y palacios que embelesan a sus visitantes.
La Plaza Mayor de Salamanca es un sitio emblemático de la ciudad, en la que por su belleza y su importancia urbanística se ha vuelto el centro neurálgico del turismo y de los estudiantes que residen en la ciudad durante su estancia de estudio. Concurrida para realizar los eventos sociales más importantes, la Plaza Mayor invita a degustar un aperitivo en alguna de sus terrazas, para contemplar tranquilamente su magna y geométrica arquitectura. En sus arcos, es fácil encontrar el famoso “Hornazo” de Salamanca, que, gastronómicamente goza de fama por su inigualable sabor.
Como Ciudad Universitaria es muy común encontrar movimiento y vida la mayoría de sus días, y si el clima acompaña, un paseo por sus calles es lo más recomendable.
Como muestra tangible de la arquitectura gótica, barroca y churrigueresca, para los amantes de la Historia del Arte, pasear esta ciudad será como recorrer un libro. Es increíble contemplar sus detalles y lo más maravilloso es que aún en fotos, uno vuelve a sentir esa atracción que embelesa al grado de analizar sus formas, estudiarlas y maravillarse con ellas.
Existe un mito estudiantil, en el que se recurre a figuras o formas de una de las fachadas barrocas, para encomendarse a aprobar alguna materia. Esas figuras son una rana y un astronauta. Y sobre su veracidad no podremos debatir más que su fama.
Definitvivamente, Salamanca es la asignatura más recomendada para los viajeros que disfrutan con el arte. ¡Le aseguramos que querrán repetir curso!