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Disfrutando como enanos en el concierto que ofreció Korn en Madrid

La banda norteamericana pasó el pasado viernes 17 de marzo por la capital, ofreciendo un concierto a todos sus fans en el recién renombrado Palacio de los Deportes de Madrid

El Palacio de Los Deportes de la Comunidad de Madrid fue recientemente rebautizado como WiZink Center, debido al acuerdo de patrocinio a cargo de Wizink del recinto. Un patrocinio que contribuirá a que los usuarios puedan disfrutar en una de las mejores instalaciones de Madrid de una excelente oferta musical, deportiva y de ocio.

Hablamos del espacio multiusos que más eventos organiza en España, el segundo en Europa y el catorce del mundo, según el ranking internacional Top 200 World Arenas. Ha albergado 135 eventos en 2016, una media de 3 eventos a la semana, y recibe más de un millón de espectadores al año.

Próximamente por WiZink Center pasarán propuestas musicales de calidad, tales como el concierto de Miguel Bosé (23 junio), Raphael (6 de julio), Love Of Lesbian (18 de noviembre) o el concierto de Jamiroquai el 25 de noviembre, quienes vienen a presentarnos en directo su nuevo álbum “Automaton” –que puedes escuchar haciendo clic en el enlace. Propuestas que no nos gustaría perdernos por nada del mundo.

Ya el pasado viernes (17 de marzo) el ahora conocido como WiZink Center (Palacio de los Deportes de la Comunidad) se soltó la melena y vibró al ritmo del mejor nu metal. Como parte de su destacada oferta musical, esta vez tocó el turno al grupo Korn –pioneros del género junto con Deftones– cuya larga trayectoria se reflejó en el espectáculo que brindaron a su público.

La banda californiana mostró su esencia musical desde los primeros compases del concierto, abasteciendo a los fans de suculentos ritmos rotos, profundos y flotantes colchones sintetizados, vibrantes cuerdas y sorprendentes percusiones, que en su conjunto elevaban las cuerdas vocales de un Jonathan Davis, que encendió el ambiente desde su aparición. Luciendo el estilismo de una falda con motivos orientales, sorprendiéndonos en un momento del concierto al tocar una gaita, coincidiendo con el día de San Patricio. Absolutamente solemne.

Con un escenario presidido por la batería, el diseño de luces modulares y giratorias, convertían el espacio en una explosión luminosa acorde a la canción. Definitivamente un acierto rotundo cerrar con “Freak on a Leash” que electrizó al público que cantaba y bailaba para enloquecerlo cuando regalaron sus púas o las baquetas, así como unos parches. Definitivamente un concierto memorable.

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